Los mejores deportivos de los años 90: Una década de leyendas
Si los años 80 fueron el despertar de los superdeportivos modernos, los 90 fueron su consolidación. Con avances en aerodinámica, electrónica y materiales, esta década nos dejó algunos de los coches más icónicos de todos los tiempos. Desde máquinas de ensueño hasta deportivos más accesibles, repasemos los mejores deportivos de los 90.
McLaren F1 (1992-1998) – El rey de la velocidad
El McLaren F1 redefinió el concepto de superdeportivo con su diseño radical, su motor BMW V12 de 6.1 litros y su velocidad punta de 386 km/h, récord absoluto en su época. Con un chasis ultraligero de fibra de carbono y una disposición única de tres asientos, este coche sigue siendo una referencia.
Ferrari F50 (1995-1997) – Un Fórmula 1 para la calle
Tras el éxito del F40, Ferrari lanzó el F50 con una filosofía aún más radical: llevar la tecnología de la Fórmula 1 a la carretera. Su motor V12 derivado de la F1 entregaba 520 CV y, aunque no alcanzó la popularidad del F40, hoy es una pieza de coleccionista.


Lamborghini Diablo (1990-2001) – El último salvaje
El sucesor del Countach llegó con un diseño más refinado, pero mantenía la agresividad de la marca. Su motor V12 de 5.7 litros y 492 CV lo catapultaba hasta los 325 km/h. A lo largo de los años, surgieron versiones como el Diablo SV y el Diablo GT, con más potencia y aerodinámica mejorada.
Nissan Skyline GT-R R34 (1999-2002) – El mito japonés
El Godzilla de los 90 fue el Nissan Skyline GT-R R34, un coche que mezclaba potencia y tecnología con su famoso sistema de tracción ATTESA y el motor RB26DETT. Su culto en el cine y los videojuegos lo convirtió en un icono.


Toyota Supra MKIV (1993-2002) – Turbo y leyenda
El Supra MKIV llevó la ingeniería japonesa a otro nivel con su motor 2JZ-GTE, capaz de generar potencia extrema con modificaciones. Gracias a «Fast & Furious», este modelo se convirtió en uno de los deportivos japoneses más queridos de la historia.
Porsche 911 (993) Turbo (1995-1998) – El último refrigerado por aire
La generación 993 fue la última del 911 con motor refrigerado por aire y, para muchos, la mejor. Su versión Turbo, con 408 CV y tracción total, fue uno de los deportivos más equilibrados de la década y sigue siendo un coche muy valorado por los puristas de Porsche.


Honda NSX (1990-2005) – La joya de Honda
Con un chasis desarrollado con la ayuda de Ayrton Senna y un motor V6 VTEC, el NSX mostró al mundo que los japoneses podían fabricar deportivos al nivel de Ferrari, pero con la fiabilidad de Honda.
Mazda RX-7 FD (1992-2002) – El arte del motor rotativo
El Mazda RX-7 FD es un coche con alma de carreras. Su motor rotativo 13B-REW era ligero y con un centro de gravedad bajo, lo que lo hacía una máquina perfecta para el drift y las curvas cerradas.


Dodge Viper GTS (1996-2002) – La bestia americana
Pura brutalidad. El Viper GTS montaba un V10 de 8.0 litros con 450 CV sin ningún tipo de ayuda electrónica. Un coche salvaje, indomable y peligroso, pero increíblemente icónico.
BMW M3 E36 (1992-1999) – El deportivo del día a día
El M3 E36 democratizó los deportivos con una combinación de potencia, equilibrio y usabilidad. Su motor de seis cilindros en línea y su chasis lo convirtieron en una referencia del «coupé deportivo perfecto».

